Autor -fifi chairo
La demanda presentada por la Unidad de Inteligencia, conocida como la UIF, finalmente dio sus frutos en una corte civil ubicada en Miami, Florida. Después de un largo proceso legal lleno de detalles y evidencias, la justicia estadounidense emitió una sentencia que apunta directamente a uno de los personajes más polémicos y controvertidos en la historia política reciente de México: Genaro García Luna. Chapado en su rol de mano derecha del expresidente Felipe Calderón, García Luna estuvo en el centro de numerosas investigaciones que lo vinculaban con actividades ilícitas, sobornos y redes de corrupción que operaban en las sombras del poder político y judicial mexicano.
El fallo judicial determina que García Luna debe pagar la exorbitante cantidad de 748 millones de dólares. Esta suma millonaria es el resultado de las investigaciones que la UIF llevó a cabo en torno a su participación en un esquema de contratación y compras públicas ilegales, en el que se habrían desviado fondos públicos y favorecido a empresas y particulares a cambio de sobornos. La corte consideró que las acciones de García Luna habían causado un daño enorme a las finanzas públicas mexicanas y a la integridad del Estado, por lo que decidió sancionarlo con una multa que busca no solo resarcir parcialmente el daño, sino también enviar un mensaje contundente sobre la lucha contra la corrupción y la impunidad.
Además de la sentencia contra García Luna, la esposa del exfuncionario, Cristina Pereyra, también fue sometida a un proceso judicial y, finalmente, recibió una sentencia en la misma línea, por la que deberá pagar 1, 740 millones.
Cabe mencionar que la demanda fue iniciada y promovida por el Gobierno del expresidente López Obrador.

“¿Si invitas a una fiesta y no va nadie?… La Reserva Federal celebró una subasta de bonos y nadie fue! … Así que la Reserva Federal compró discretamente 50.000 millones de dólares de su propio dinero falso con dinero falso. Se acabó la fiesta. La hiperinflación está aquí”, denunció el empresario, vaticinando la aniquilación financiera de “millones de personas, jóvenes y ancianos”.
El reconocido inversor estadounidense Robert Kiyosaki, conocido por su aguda visión de los mercados y su capacidad para prever tendencias económicas, ha lanzado una advertencia sumamente contundente y alarmante sobre el estado actual de la economía de Estados Unidos.
Kiyosaki explica su postura a través de una analogía sencilla pero poderosa que ayuda a entender mejor la complejidad de la situación. Pregunta: “¿Qué pasaría si organizaras una fiesta y nadie fuera? Por más que hayas preparado todo con esmero, si nadie llega, la fiesta simplemente no existe.” En su ejemplo, la “fiesta” representa la economía estadounidense, y la ausencia de invitados simboliza la falta de interés o confianza en el mercado de bonos y en la moneda misma. Continúa diciendo que “esto es exactamente lo que sucedió ayer en una de las actividades económicas más emblemáticas: la Reserva Federal realizó una subasta de bonos estadounidenses y, para sorpresa y consternación de muchos, ¡nadie se presentó!”. Este hecho, que en circunstancias normales indicaría una confianza firme en la economía y en el respaldo del gobierno, en el contexto actual se interpreta por Kiyosaki como una señal inequívoca de que el sistema financiero está seriamente herido y en crisis.
Luego, añade un detalle aún más escalofriante a su análisis, afirmando que “la Reserva Federal compró discretamente 50.000 millones de dólares de sus propios bonos”. Esta acción, según él, revela una práctica que él describe como ‘ilícita’ o al menos profundamente problemática: la FED adquiere de manera encubierta y con dinero que, en sus palabras, llama “dinero falso”, los bonos del propio gobierno estadounidense. La expresión “dinero falso” hace referencia a la masa de dinero fiduciario que, según Kiyosaki, no tiene respaldo real en reservas tangibles, sino que se basa en la confianza y en mecanismos de impresión monetaria que han llevado a un exceso de inflación y devaluación del dólar. La frase “compra discretamente” indica que este tipo de operaciones no siempre son transparentes, contribuyendo a la percepción de que la economía está siendo manipulada desde las alturas para evitar un colapso visible, pero a un costo muy alto.
Con estas acciones, Kiyosaki nos advierte que ya no estamos en una etapa de ajuste económico normal. La referencia a “la fiesta terminó” es una metáfora de que las políticas económicas y financieras tradicionales han agotado su capacidad para sostener la prosperidad, y lo que sigue no es un receso, sino un cambio profundo y potencialmente devastador que él prevé como un proceso de hiperinflación. La hiperinflación, explica, es una situación en la que los precios suben descontroladamente en un corto período de tiempo, erosionando el valor de la moneda y dejando a millones de personas en la pobreza. En su visión, esto no solo afectará a los grandes inversores o al sistema financiero en sí, sino que tendrá un impacto devastador en millones de personas, tanto jóvenes como ancianos, quienes verán cómo sus ahorros, pensiones y economías familiares se vuelven papel mojado.
Este empresario y autor de libros sobre finanzas personales y inversiones advierte que la llegada de la hiperinflación podría desencadenar una crisis social, ya que la pérdida de poder adquisitivo genera desesperación y descontento generalizado. Las economías de muchos hogares, particularmente las de las clases medias y bajas, se verían gravemente afectadas, enfrentándose a unas condiciones de vida mucho más difíciles. La economía que alguna vez pareció fuerte y robusta, según su análisis, simplemente está en sus últimos momentos, y que los hechos recientes indican que el sistema ya no puede sostenerse con las políticas actuales.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado el plan fiscal propuesto por el presidente Donald Trump, el cual contempla una serie de medidas económicas destinadas a modificar las políticas tributarias del país. Entre las disposiciones más relevantes de este plan se encuentra la introducción de un impuesto del 3.5% sobre las remesas que los migrantes mexicanos envían desde Estados Unidos hacia México. Es importante destacar que, inicialmente, esta propuesta contemplaba un impuesto del 5% sobre dichas remesas, pero después de negociaciones y debates políticos, el plan fue aprobado con una reducción en la tarifa, estableciéndose en un 3.5%. Esta decisión ha generado diversas reacciones tanto en Estados Unidos como en México, en donde las remesas representan una fuente fundamental de ingreso para muchas familias y comunidades.
El embajador de México en Estados Unidos, calificó esta medida como “un primer importante avance” en la protección de la economía de los migrantes mexicanos que viven en territorio estadounidense. Gómez Camacho expresó que, si bien la medida aún puede ser objeto de futuras discusiones, su reducción a un 3.5% representa un paso en la dirección correcta para evitar un impacto negativo severo en las familias mexicanas que dependen de estas remesas para cubrir necesidades básicas como alimentación, vivienda y salud. Además, enfatizó la importancia de mantener un diálogo continuo entre ambos países para buscar soluciones que preserven los derechos y el bienestar de los migrantes, quienes son actores clave en la economía de ambos lados de la frontera.
Por su parte, el senador mexicano Ignacio Mier expresó su preocupación frente a esta propuesta, alertando que la implementación de un impuesto del 3.5% sobre las remesas podría conllevar consecuencias nocivas para las familias mexicanas que dependen estrechamente de los recursos enviados desde Estados Unidos. Mier advirtió que esta medida podría desembocar en una doble tributación, es decir, que las remesas ya estarían sujetas a impuestos en Estados Unidos y, además, en México, lo cual podría reducir de manera significativa los fondos recibidos por los migrantes y sus familias. Esto, en su opinión, sería una medida injusta que afectarían principalmente a las comunidades más vulnerables, las cuales dependen en gran medida de estas transferencias para garantizar su estabilidad económica y cubrir necesidades básicas inmediatas.
Asimismo, Mier advirtió que este impuesto podría tener efectos negativos en los canales financieros regulados y en el flujo de remesas, al desincentivar las transferencias legales y promover posibles vías informales o clandestinas para hacer llegar fondos. Esto aumentaría el riesgo de desestabilizar los canales oficiales, complicando aún más la fiscalización y el control de los recursos, y poniendo en jaque la seguridad financiera de muchas familias mexicanas. Además, alertó sobre el posible impacto en los movimientos migratorios, sugiriendo que esta medida podría disuadir a algunos migrantes de enviar remesas, afectando así la economía familiar y la estabilidad social en varias comunidades mexicanas.
El presidente Trump pidió al Senado acelerar la aprobación, destacando que el plan contempla recortes fiscales, incentivos para compradores de vehículos estadounidenses, y fondos para Seguridad Fronteriza y construcción del escudo antimisiles ‘Golden Dome’.
El dron chino Jiutian de gran altitud y gran resistencia. Con un techo de vuelo de 15 km, este dron puede volar POR ENCIMA del techo operativo de prácticamente todos los sistemas de defensa aérea.
Lo que significa que, una vez que la fuerza aérea del EPL gane superioridad aérea sobre un área, este dron podrá lanzar armas guiadas de precisión sobre los objetivos con impunidad.
El dron Jiutian también tiene un espacio interno para paquetes de misiones modulares, como un sistema para lanzar ataques con enjambre de drones, convirtiéndolo en efecto en un portador de drones.