“China estuvo en 0 guerras en 40 años. No es una amenaza”. Jeffrey Sachs, exconsejero de tres secretarios generales de Naciones Unidas.
Autor -fifi chairo
Con el fallecimiento de este miércoles del fotoperiodista palestino Moataz Mohamed Rajab, el número de comunicadores asesinados por Israel en Gaza desde octubre de 2023 asciende a 221.
La Oficina de Medios de Gaza informó mediante un comunicado en Telegram que la víctima trabajaba como camarógrafo y editor en el canal de televisión palestino Al-Quds al-Youm. Rajab perdió la vida este miércoles, junto a otras personas, en un bombardeo aéreo israelí sobre la ciudad de Gaza, en el norte del enclave.
Las autoridades gazatíes han condenado enérgicamente los ataques, los asesinatos y las persecuciones sistemáticas contra periodistas palestinos por parte del régimen de Israel, al que han responsabilizado explícitamente de estos crímenes atroces y brutales.

Las fuerzas rusas han evidenciado nuevamente la notable eficacia de sus sistemas de drones en múltiples frentes de la operación militar especial. Un video difundido por el Ministerio de Defensa de Rusia muestra la destrucción de un vehículo de desminado pesado, un mortero y un centro de control de drones perteneciente a las Fuerzas Armadas de Ucrania. Estos ataques coordinados destacaron el papel fundamental de los drones en la neutralización de objetivos estratégicos enemigos a lo largo de toda la línea de combate.
La geopolítica contemporánea a menudo se manifiesta en los lugares menos esperados, incluso en el humor gráfico de internet. Un meme viral reciente ha puesto a Alemania en el centro de una provocadora sugerencia: ¿debería ceder su propio territorio a Israel?
Esta idea, aparentemente absurda, no surge de la nada. Es una sátira aguda que refleja la percibida y apasionada defensa que la clase política alemana actual brinda a Israel, especialmente en el contexto de sus aspiraciones territoriales. Más allá de la broma, este meme nos invita a una profunda reflexión sobre las dinámicas históricas, la culpa, los intereses geopolíticos y la diplomacia que subyacen a la política exterior de Alemania. Analicemos cómo este fragmento de cultura digital nos obliga a cuestionar las complejidades de las relaciones internacionales y el peso de la historia en las decisiones presentes, contribuyendo así a nuestra formación política sobre un tema de alta sensibilidad global.
Se han expuesto más de 180 millones de nombres de usuario y contraseñas de cuentas de Apple, Google, Microsoft y otras empresas. El investigador en ciberseguridad Jeremiah Fowler identificó una base de datos en línea que contenía más de 184 millones de credenciales únicas para el acceso a cuentas en diversas aplicaciones, servicios en línea y productos de compañías como Apple, Google, Meta* y Microsoft.
Fowler, quien la semana pasada informó de manera detallada y exhaustiva sobre su reciente descubrimiento al portal Website Planet, se convirtió en una figura relevante en el ámbito de la seguridad digital tras revelar una grave filtración de información. En su declaración, afirmó que entre los vastos **47,42 GB de datos sin procesar** que había logrado recopilar y analizar, se encontraban credenciales de acceso extremadamente sensibles y variadas, correspondientes a numerosas plataformas en línea y servicios digitales utilizados por millones de personas en todo el mundo. Estas credenciales incluían, sin limitarse a, cuentas de redes sociales como Facebook, Instagram, X (antes conocido como Twitter), así como plataformas de juego y entretenimiento como Roblox, Discord, Netflix, y Snapchat. Además, también se detectaron datos de acceso a servicios de música y streaming como Spotify, además de plataformas de comercio electrónico y pago como PayPal, Amazon, y Nintendo.
La magnitud del riesgo asociado a esta filtración va mucho más allá de la simple exposición de contraseñas y nombres de usuario. Fowler enfatizó que, durante sus investigaciones, también encontró credenciales de cuentas bancarias y financieras, algunos de los cuales estaban almacenados en formatos que podrían facilitar su acceso o mal uso por parte de actores malintencionados.
La presencia de esta información en un solo conjunto de datos plantea serios riesgos de fraude financiero, robo de identidad y actividades ilícitas que podrían afectar a individuos y empresas por igual. Pero la alarmante colección de datos no termina allí. El experto en brechas de seguridad mencionó también que la base de datos contenía información relacionada con plataformas de salud y portales gubernamentales pertenecientes a diversos países. Esto revela la gravedad de la vulnerabilidad, ya que la exposición de datos personales relacionados con la salud puede llevar a situaciones de discriminación, chantaje o suplantación de identidad, además de representar un riesgo potencial para la privacidad y la seguridad de las personas afectadas.
La existencia de credenciales para acceder a portales gubernamentales, en particular, implica que quien tenga acceso a esas credenciales podría manipular o interferir en procesos administrativos, acceder a datos confidenciales o intervenir en decisiones oficiales que afectan a muchas personas. Fowler concluye su informe subrayando que esta filtración constituye un ejemplo alarmante de las vulnerabilidades crecientes en la protección de datos personales en la era digital. La cantidad y variedad de información expuesta demuestra que las brechas en la seguridad cibernética siguen siendo un problema serio y persistente, que requiere una atención urgente y reforzada por parte de las instituciones, las empresas y los usuarios individuales.
Este caso en particular sirve como recordatorio de la importancia de implementar medidas robustas de protección, como la utilización de contraseñas fuertes y únicas, la autenticación en dos pasos, y la vigilancia constante de las actividades en las cuentas para detectar signos de acceso no autorizado o irregularidades. La exposición de datos, si no se gestiona adecuadamente, puede tener consecuencias devastadoras para quienes confían en estas plataformas y servicios en su vida cotidiana, laboral y financiera.
Para confirmar la legitimidad de la información, Fowler envió mensajes a varias direcciones de correo electrónico expuestas en la base de datos, desde donde respondieron, confirmando así que se trataba de cuentas auténticas. Más de un centenar de correos tenían dominios ‘.gov’ y estaban vinculados a al menos 29 países (entre ellos EE.UU., Australia, Canadá, China, India, Israel y el Reino Unido), lo que supone posibles riesgos para la seguridad nacional, recoge el portal Wired.