México, [29] de julio de 2025 – Durante décadas, el neoliberalismo ha sido más que una teoría económica; se ha erigido como la piedra angular de las políticas de muchos países, prometiendo prosperidad a través de la reducción del Estado, la desregulación y la privatización. Sin embargo, su aplicación global ha dejado un rastro de profundas consecuencias sociales que hoy, más que nunca, son objeto de intenso debate y escrutinio.
El viaje del neoliberalismo no es reciente. Sus raíces teóricas se afianzan a mediados del siglo XX con figuras como Friedrich Hayek y Ludwig von Mises, de la Escuela Austriaca, quienes ya criticaban el intervencionismo estatal. No obstante, fue la crisis económica de los años 70 lo que propulsó su ascenso. A finales de esa década e inicios de los 80, líderes como Margaret Thatcher en el Reino Unido y Ronald Reagan en Estados Unidos se convirtieron en los arquitectos de su implementación a gran escala.
La expansión fue meteórica, llegando a América Latina en las décadas siguientes, a menudo impulsada por organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, a través de los famosos “paquetes de ajuste fiscal” o el Consenso de Washington. Este conjunto de políticas incluía desde la disciplina fiscal y la reducción del gasto público hasta la liberalización comercial y la privatización de empresas estatales.
Un Estado Reconfigurado, No Ausente
Una de las premisas más engañosas del neoliberalismo es la idea de un “Estado mínimo” o ausente. Expertos señalan que, en realidad, se trata de una reconfiguración del papel del Estado-nación. Lejos de desaparecer, el Estado se transforma en un facilitador activo del capital, desmantelando el Estado de bienestar mientras fortalece sus aparatos coercitivos para garantizar la propiedad privada y el orden social frente a la protesta.
Los gobiernos nacionales han sido los principales agentes de este cambio:
- Privatizando servicios esenciales como la salud, la educación y la energía, transfiriendo su control a manos privadas bajo el argumento de la eficiencia.
- Desregulando normativas laborales, ambientales y financieras, buscando “competitividad” a costa de los derechos de los trabajadores y la protección ambiental.
- Implementando la austeridad fiscal, recortando el gasto público en programas sociales y subsidios, lo que impacta directamente a las poblaciones más vulnerables.
- Abriendo sus economías a la competencia global mediante tratados de libre comercio y la liberalización financiera, exponiendo a las industrias nacionales a presiones sin precedentes.
- En muchos casos, utilizando la represión y el control social para contener el descontento generado por estas políticas.
El Costo Social del Modelo
Las consecuencias sociales del neoliberalismo han sido severas y ampliamente documentadas:
- Aumento Dramático de la Desigualdad: La brecha entre ricos y pobres se ha ensanchado considerablemente. Mientras unos pocos acumulan vasta riqueza, la mayoría de la población enfrenta salarios estancados, empleos precarios y una creciente dificultad para cubrir sus necesidades básicas.
- Precarización Laboral: La flexibilización de las leyes laborales ha debilitado los derechos de los trabajadores, promoviendo el empleo temporal, los bajos salarios y la inestabilidad laboral. Esto ha creado una creciente clase de “trabajadores pobres”, personas que, a pesar de tener un empleo, no logran salir de la situación de pobreza.
- Deterioro de Servicios Públicos: La privatización y la falta de inversión estatal han degradado la calidad y accesibilidad de servicios fundamentales como la salud y la educación. El acceso a estos derechos se ha mercantilizado, dejando a millones de personas sin cobertura adecuada y perpetuando la desigualdad de oportunidades.
- Erosión de la Cohesión Social: Al individualizar los problemas sociales y culpar al individuo por su situación, el neoliberalismo ha debilitado la solidaridad comunitaria. Esto puede llevar a un aumento de la informalidad, la exclusión social e incluso la migración forzada en busca de mejores condiciones de vida.
- Crisis Recurrentes: La desregulación financiera, uno de los pilares del modelo, ha sido señalada como un factor clave en la aparición de crisis económicas cíclicas, como la de 2008, con impactos devastadores en las economías y las vidas de millones de personas.
A medida que el mundo enfrenta nuevos desafíos, la crítica al modelo neoliberal se intensifica, buscando alternativas que pongan el bienestar social y la equidad en el centro del desarrollo económico. La pregunta que muchos se hacen hoy es: ¿estamos presenciando un posible punto de inflexión hacia un nuevo paradigma?